lunes, 21 de octubre de 2013

El peor de los oficios domésticos

Oficios, dícese de palabra tortuosa que indica una función a realizar diariamente para el mantenimiento del hogar. Una pesadilla que aparece en tus más dulces sueños de mitad de la noche y que va desde lavar platos, trapear, sacudir, cocinar hasta doblar ropa.Para más detalles véase: Tortura primitiva, obligaciones.



Como sabemos, los seres humanos tenemos necesidades básicas para llevar  una vida sana y feliz como lo son: comer y dormir entre muchas más. Éstas se suplen en espacios creados específicamente para cada función, pero la utilización de los mismos espacios produce una serie de tareas que se deben realizar para su correcto mantenimiento y limpieza, y la peor es: lavar la cocina o como también se le conoce, la loza.

Estos oficios destinados por la “mamá” (líder de la sociedad matriarcal) son ordenados a través de frases conocidas y persuasivas como: “¿Tienes tarea? –No mamá- Aaaa ¿Mucho tiempo libre? Hay que barrer, trapear y sacudir”   o  “este culicagado, andá a trapear que por eso no te vas a convertir en una mujercita”. Algunas lo hacen de manera agradable, con una caricia y haciendo uso de los ojitos tiernos: “amor porfa ¿vas a lavar el baño?” y otras optan por el régimen del horario semanal que puedo confirmar con toda seguridad: nunca se cumple a cabalidad.

Yo creo que en el mundo son demasiadas las persona que desearían tener un robot que hiciera la limpieza en el hogar, es más lo podríamos bautizar como “El Oficiotrón” o una pendejada así.  Éste patrocinaría toda la holgazanería que nos provocase hacer los domingos o días de descanso y existiría principalmente para evitar el peor y más horrible de todos los oficios (ya nombrado anteriormente pero que quiero reiterar como el peor, peor, peor, PEOR): lavar la cocina.

¿Quién no peleo con la hermanita, la primita, la esposa o se enojó con la mamá porque “hijo hoy tienes que lavar los platos del almuerzo”? ¡¡¡QUÉ, qué!!!  Ésta es la peor de las frases. Retumba hiriendo  la cabeza y los oídos de todos los seres humanos, es como si fuéramos abaleados sin misericordia. A ser sincero, si de un 100% de la población mundial, un 0.00000001 % disfruta arreglar la cocina sería mucho.

Pero ¿por qué es tan horrible este oficio? Pues por lo siguiente: hay que hacerlo tres veces al día y con mucho cuidado porque en esos platos y ollas se va a preparar luego lo que tú te comes, no hay espacios para la pereza porque si no lo haces bien al otro día vas a encontrar un parque de recreación acuático para cucarachas y bichos.

Todas las veces que laves los platos tienes que mojarte las manos, aunque algunos usan guantes e inclusive caen en la desesperación de usar un delantal, todo para que no les salpique jabón y otras cuantas cositas desagradables a sus ropas.

Los que no usamos guantes, tenemos que tocar residuos de comida se encuentran ya en proceso de descomposición, también debemos lavar el platón o como algunos paisas lo llamamos “el pollo del fogón”, la estufa y la nevera. También hay que trapear porque se ensucio el piso, sacudir los cajones de los platos, las alacenas etc.

Yo creo que todo colombiano, sino es todo ser humano,  ha considerado la opción de utilizar platos desechables y así evitarse todo este proceso tan laborioso. 

Aún así tiene sus contrincantes fuertes como lo son trapear, oficio en el que también te mojas y ahí sí hay más peligro de ensuciarte, también se debe hacer todos los días pero se puede dejar pasar uno o dos. Es cierto que no es necesario ponerle tanto empeño ya que si llueve al rato se va a ensuciar de nuevo. Otro sería lavar la ropa y sobre todo si es a mano… eso sí que debe ser una tortura china, pero como para esa molestia existen las lavadoras no es un contrincante tan fuerte.

Existen los lavaplatos pero eso se podría catalogar como un lujo un poco inservible e innecesario porque igual tendrías que botar los restos de comida, untarte de sustancias, acomodar los platos para que quepan… y demás.


Así después de haber dicho algunas razones por las cuales el peor oficio es lavar los platos, puedo decir que está más que confirmado, aunque seguramente no faltaran los raros que opinen que el peor oficio sería extender la ropa o algo así, ahí si todo entra en lo subjetivo o como diríamos en paisa “eso es de gustos, como el que come mocos”. Pero de algo si estoy muy seguro: a muy pocos les gusta lavar la cocina.

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